Perspectiva general
Además de la globalización, el siglo XXI está siendo testigo de un rápido cambio en el equilibrio de poder mundial. El entorno de la seguridad alrededor de Japón se ha vuelto cada vez más difícil, como refleja el desarrollo nuclear y balístico de Corea del Norte. Asimismo, también se está intensificando la gravedad de las amenazas transnacionales relacionadas con los avances tecnológicos, y que incluyen el terrorismo internacional y los ciberataques.
En el mundo actual, ningún país puede mantener, por sí solo, su propia paz y seguridad. Japón, incluidas sus Fuerzas de Autodefensa, ha contribuido en la máxima medida posible a los esfuerzos para el mantenimiento y el restablecimiento de la paz y la seguridad internacionales, como las operaciones para el mantenimiento de la paz de la ONU. Basándose en sus continuos esfuerzos como Estado pacífico, el Gobierno de Japón ha realizado diversos esfuerzos en su política de seguridad, que incluyen la creación del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), la adopción de la Estrategia de Seguridad Nacional (NSS) y de las Líneas Directrices del Programa de Defensa Nacional (NDPG).
Estos esfuerzos se están llevando a cabo basándose en la creencia de que Japón, como "contribuyente proactivo a la paz ", necesita contribuir de forma más activa a la paz y la estabilidad de la región así como de la comunidad internacional, en coordinación con otros países, incluido su aliado, Estados Unidos.