Resumen

En las décadas de los años 70 y 80, se produjeron numerosos casos de secuestros de ciudadanos japoneses por Corea del Norte. El Gobierno de Japón ha identificado, hasta la fecha, a 17 ciudadanos japoneses víctimas de estos secuestros.

En septiembre de 2002, Corea del Norte reconoció que había secuestrado a ciudadanos japoneses, pidió disculpas y prometió que estos actos no volverían a repetirse en el futuro. En octubre de ese mismo año, cinco personas que habían sido secuestradas regresaron a Japón. Pyongyang sigue todavía sin proporcionar una explicación aceptable sobre las otras personas secuestradas a pesar de que Corea del Norte se comprometió de forma explícita, en la Cumbre entre Japón y Corea del Norte celebrada en mayo de 2004, a reanudar inmediatamente una investigación exhaustiva para obtener una información completa. Las afirmaciones de Corea del Norte relativas al tema de los secuestros no han proporcionado ninguna explicación satisfactoria ni pruebas convincentes, y, por lo tanto, el Gobierno de Japón las considera inadmisibles.

El secuestro de ciudadanos japoneses es una cuestión fundamental que afecta a la soberanía de Japón y a la vida y seguridad de los ciudadanos japoneses. Mientras no se resuelva este tema, las relaciones entre Japón y Corea del Norte no podrán normalizarse. El Gobierno de Japón está firmemente comprometido a llevar a cabo todos los esfuerzos posibles para conseguir que todos los secuestrados puedan regresar a Japón lo antes posible.