DISCURSO DE SHINZO ABE, PRIMER MINISTRO DE JAPÓN, EN EL 73º PERIODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS (25 DE SEPTIEMBRE DE 2018)

2018/10/1
Discurso de Shinzo Abe, Primer Ministro de Japón, en el 73º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
25 de septiembre de 2018
[Traducción provisional]
 
Actuar como abanderado del libre comercio
Eliminar la estructura de la posguerra en el Nordeste de Asia
Promover “la Estrategia del Indo-Pacífico Libre y Abierto”
Invitar a profesores de Gaza
Japón y los japoneses miran detenidamente al futuro
 
Sr. Presidente, Señoras y Señores,
     Me han concedido el privilegio de continuar siendo el timonel de Japón durante los próximos tres años. Hoy es la sexta vez consecutiva que pronuncio un discurso ante la Asamblea General y lo hago con un sentimiento de renovada resolución.
En los próximos tres años, haré todo lo que esté en mi mano para fortalecer el sistema de libre comercio. Asimismo haré todo lo posible para eliminar la estructura de la posguerra en el Nordeste de Asia.  
 
Actuar como abanderado del libre comercio

     En mi opinión, los ciudadanos japoneses han esperado con entusiasmo que sus líderes nacionales actuasen como abanderados del libre comercio. Esto se debe a que, después de la guerra, Japón fue un país que experimentó un extraordinario crecimiento, aprovechando las ventajas del comercio, beneficiándose de un sistema económico libre y abierto.

     El Sistema de libre comercio permitió que los países de Asia, uno detrás de otro, lograran despegar y fomentó la clase media en cada uno de esos países. Como telón de fondo de dicho fenómeno, estaba la inversión directa a gran escala realizada por Japón en esos países desde la década de 1980.
   
     En todos esos casos, eso fue posible gracias al sistema económico internacional basado en normas, libre y abierto.

     Si Japón, país que cosechó los mayores beneficios de este sistema, no apoyara el mantenimiento y el fortalecimiento de ese sistema, ¿de qué otro país podríamos esperar que se alzase para apoyarlo? La responsabilidad de Japón es, en efecto, muy grande. 

     Es asimismo la misión de Japón, enraizada en su propia historia.

     Aparte del carbón que ayudó a la industrialización del moderno Japón, nuestra nación no ha tenido otros recursos importantes. Al dedicarse a aprovechar los beneficios del comercio, el Japón de la posguerra logró crecer aunque carecía de recursos, lo que se consideró un milagro.

     El primer país que demostró a través de su propia experiencia el principio que existe entre comercio y crecimiento- un principio que se ha convertido hoy en sentido común- fue Japón. Japón ha asumido ahora la misión de transmitir al mundo los beneficios del comercio.

     En ocasiones, he superado intensos debates internos, ondeando la bandera del libre comercio. Para mí, no ha habido mayor alegría que la adopción definitiva del TPP11 y su rápida aprobación por nuestra Dieta. Además, Japón y la UE han firmado un Acuerdo de Asociación Económica que, tanto por su magnitud como por su alcance, merece ser especialmente destacado en la historia mundial.

     Pero dicho esto, no debemos ser complacientes. Debo redoblar aún más mis esfuerzos para llegar aún más lejos.

     Además del compromiso de Japón con la Organización Mundial del Comercio, lo que se da por descontado, haré todo lo posible respecto a las negociaciones relativas a la Asociación Económica Integral Regional (“RCEP”), que daría lugar a una enorme área de libre comercio en Asia Oriental.

     Y, sobre todo, valoro nuestros nuevos diálogos comerciales con los Estados Unidos, denominados diálogos comerciales “FFR”.  

     Durante años, tanto Japón como los Estados Unidos han liderado el avance del sistema de comercio libre en el mundo. Como prueba de ello, la inversión directa de Japón ha creado unos 856.000 puestos de trabajo en el conjunto de los Estados Unidos, ocupando el segundo lugar detrás de lo logrado por el Reino Unido.

     En la actualidad, frente al 1,74 millón de automóviles exportados anualmente de Japón a los Estados Unidos, el número de automóviles japoneses fabricados en los Estados Unidos asciende a 3,77 millones.

     Es una situación en la que claramente todos salen ganando. Pretendo que Japón y los Estados Unidos mantengan este tipo de relación.

     Pero esto no es válido únicamente para nuestra relación bilateral con los Estados Unidos. Bajo la bandera del libre comercio, Japón ha establecido con cada país y con cada región relaciones en las que cada uno puede ayudar al otro. Seguiremos haciendo lo mismo en el futuro.

     Con el propósito de ampliar las normas económicas libres y justas acordes con el siglo XXI a la vasta región que se extiende desde Asia y el Pacífico hasta el Océano Índico, los países que han creado el sistema y han disfrutado de los mayores beneficios de ese sistema- es decir, países como Japón- deben liderar los esfuerzos. Es lo que yo creo.
 
Eliminar la estructura de la posguerra en el Nordeste de Asia

     Hace un momento afirmé que haré todo lo que esté en mi mano para eliminar la antigua estructura de la posguerra en el Nordeste de Asia.

     Estoy ahora trabajando con el Presidente Vladimir Putin para superar el punto muerto que existe entre nuestros dos países desde hace más de 70 años. El Presidente Putin y yo mantuvimos un encuentro a principios de este mes en Vladivostok. Fue nuestra vigesimosegunda cumbre. Me reuniré nuevamente con él en un futuro próximo.  

     Debemos resolver la cuestión territorial que existe entre Japón y Rusia y concluir un tratado de paz entre nuestros dos países. Una vez que se celebre un tratado de paz entre Japón y Rusia, la paz y la prosperidad de Asia Oriental lograrán un cimiento más seguro.

     Señoras y señores, en este mismo lugar hace un año, insté enérgicamente a Corea del Norte a resolver el tema de los secuestros y la cuestión nuclear y de los misiles. Hice un llamamiento para la plena aplicación de todas las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y, por lo tanto, tengo el mayor interés en que haya cambios en Corea del Norte.

     Corea del Norte está hoy en una encrucijada en la que puede aprovechar o desperdiciar la oportunidad histórica que se le presenta. Corea del Norte tiene recursos naturales sin explotar y una mano de obra cuya productividad puede aumentar enormemente.

     La política de Japón de tratar de resolver los lamentables hechos del pasado y normalizar sus relaciones con Corea del Norte una vez resueltas las cuestiones de los secuestros, del programa nuclear y de  misiles, no va a cambiar. Contarán con nuestro incansable apoyo para desarrollar el potencial que posee Corea del Norte.

     Sin embargo, tengo que reiterar una y otra vez que lograremos el regreso de todos los secuestrados japoneses. Estoy decidido a conseguirlo.
Para resolver la cuestión de los secuestros, estoy asimismo preparado para romper el caparazón de desconfianza mutua con Corea del Norte, iniciar un nuevo camino y reunirme cara a cara con el Presidente Kim Jong-Un. Por el momento, no hay nada decidido sobre una cumbre entre Japón y Corea del Norte, pero si vamos a celebrar una, entonces estoy decidido a que tiene que ser una reunión que contribuya a resolver la cuestión de los secuestros.

     Quisiera también comentar brevemente las relaciones entre Japón y China. Las visitas mutuas entre líderes que comenzaron este año continuarán con mi visita a China el próximo mes y con mi invitación al Presidente Xi Jinping para que visite Japón, proporcionando así a nuestras relaciones bilaterales y al conjunto de la región otro eje definitivo para la estabilidad.
 
Promover “la Estrategia del Indo-Pacífico Libre y Abierto”
     Cuando se elimine la estructura de confrontación del Nordeste de Asia, el corredor marítimo que va del Océano Ártico al Mar de Japón, a través del Océano Pacífico al Océano Índico, será cada vez más importante.

     Japón, situado justo encima de ese corredor y con una amplia zona económica exclusiva, espera que haya estabilidad y paz en esas aguas así como en los espacios aéreos suprayacentes.

     Los países de ASEAN están situados “en la confluencia de dos mares”-el Océano Pacífico y el Océano Índico. Y fueron los precursores que vivían en lo que hoy llamamos Estados Insulares del Pacífico quienes, en tiempos remotos, cruzaron esos dos Océanos para introducir productos en la lejana África del este.  

     Lo que llamo “Estrategia del Indo-Pacífico Libre y Abierto” proviene de nuestro deseo de preservar los beneficios de los mares abiertos, junto con esos mismos países, así como con los Estados Unidos, Australia, India y otros países y, de hecho, con todos los países y personas que comparten el mismo objetivo.

     Lo que debe controlar nuestros espacios marítimos y aéreos, que son amplios y extensos, es el imperio de la Ley, un orden basado en normas, que son a su vez respaldadas por sólidas instituciones. Por lo tanto, esta es mi estrategia.

     El otro día, estudiantes extranjeros en Japón regresaron orgullosos a sus países, Malasia, Filipinas y Sri Lanka, con sus nuevos títulos académicos en la mano. Esos títulos son de máster y sólo se pueden obtener en Japón.

     Son títulos de máster en seguridad marítima y política de seguridad. Además de los estudiantes que envía la Guardia Costera de Japón al programa también participaban altos funcionarios de varias autoridades de las guardias costeras de países de toda Asia. Los estudiantes que obtuvieron su título el otro día formaban parte del tercer grupo de estudiantes que han participado en este programa.

     El orden marítimo no es una cuestión de poder, sino una cuestión del imperio de la Ley y de un orden basado en normas. Cada año una clase aprende esta verdad perpetua, la convierte en un principio que guiará sus vidas y sale de Japón a los mares. Esto es realmente muy esperanzador. Formar a aquellos que protegerán y defenderán un Indo-Pacífico libre y abierto es, precisamente, la noble misión de Japón.
 
Invitar a profesores de Gaza
     Señoras y señores, cuando preparaba este discurso, creé un nuevo y modesto programa.

     A principios de 2019, invitaremos a Japón a aproximadamente 10 profesores de enseñanza primaria y secundaria de la Franja de Gaza. Será el primer grupo de estas características y seguiremos invitando profesores cada año.

     Los profesores que llegan a Japón, un lugar muy diferente para ellos tanto cultural como históricamente, verán de forma natural la situación de Gaza y de Oriente Medio desde una perspectiva más amplia, lo que les permitirá ver sus ciudades y su región de una nueva forma. Esa experiencia debería servirles de algún modo especial como consuelo.

     Es evidente que para conseguir la paz, los esfuerzos deben realizarse en ambos lados. Pero esperamos que nuestro programa transmita una forma de esperanza a los profesores de Gaza y a los niños que estén a su cargo.  

     Después de 20 años, habrá 200 profesores que habrán tenido la experiencia de visitar Japón. El número de estudiantes enseñados por ellos ascenderá a miles. Espero que llegue ese día.
 
Japón y los japoneses miran detenidamente al futuro
     El objetivo de la diplomacia japonesa, que, en cierta medida, les he transmitido hoy, es conseguir que el futuro del mundo y de la región sea seguro.
 
     Además, lo que deseo es que los jóvenes que vivan en el Japón del futuro asuman retos con fuerza. El deber de nuestra generación es crear un entorno que lo favorezca.

     Es como si una nueva brisa estuviera a punto de soplar en Japón.

     A finales de abril y principios de mayo del año que viene, Su Majestad el Emperador abdicará y Su Alteza Imperial el Príncipe Heredero accederá al trono imperial. De hecho, esta es la primera sucesión imperial en 200 años que sigue a la abdicación del actual Emperador. En octubre, recibiremos invitados de honor de todo el mundo que vendrán para transmitir sus mejores deseos.

     El próximo mes de junio, Japón acogerá la cumbre del G-20. Como presidente de la reunión, tengo la intención de dirigir los debates sobre cuestiones a las que tiene que enfrentarse la comunidad internacional, incluidos el estado de la economía global y las cuestiones medioambientales.   
Un poco más tarde, en agosto, Japón celebrará la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África o TICAD. Es la séptima vez que celebra esta cumbre, la lleva organizando con mucho cuidado desde 1993 y se ha ganado la confianza inquebrantable de los líderes nacionales de toda África. Por ejemplo, abordaremos la “cobertura sanitaria universal”, cuya importancia he subrayado en muchas ocasiones.
  
     Y no hay que olvidar que el próximo año Japón acoge la Copa del Mundo de Rugby y en 2020 será el anfitrión de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Nuestra mirada seguirá puesta en el futuro.
 
     Cuando Japón y los japoneses fijan su mirada directamente en el futuro, Japón crece en vitalidad. Los japoneses que miran fijamente al futuro asumirán con determinación responsabilidades para lograr los ODS. Esa nueva generación de jóvenes japoneses trabajará de manera encomiable como abanderada del “espíritu de las Naciones Unidas”. No me cabe ninguna duda.

     Para terminar, quiero señalar que, ante la falta de avances en la reforma del Consejo de Seguridad, la importancia de las Naciones Unidas en el siglo XXI está siendo ya fuertemente cuestionada.

     Justamente por esta razón, Japón nunca dejará de contribuir a las Naciones Unidas. Terminaré mi discurso con la promesa de que Japón, junto con el Secretario General Guterres, impulsará la reforma del Consejo de Seguridad y la reforma de las Naciones Unidas.
 
Muchas gracias.